La tierra, es reflejo de la vida que lleva en su interior. Es reflejo de sus árboles, de los pájaros que cantan en ellos, de los animales que pisan el suelo, del viento que acaricia los pastizales.
A veces parece que no hay nada, pero todo está vivo, todo respira, se mueve, fluye por entre el suelo seco y rojo.
Fueron indios, luego criollos, luego inmigrantes. Hoy soy yo, producto de una mezcla de todos, mi sangre lleva su sangre y piso la tierra que pisaron ellos.
Amo mi tierra porque es mía, y sólo ella sabe nuestros anhelos y sufrimientos, nuestras alegrías y tristezas, y es ella la que nos recibe al final de nuestro viaje.
Es ella, mi Argentina querida.
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